Programa del Partido
Socialdemócrata de Suecia
Confirmado por el
Congreso del Partido en Västerås,
el 6 de
noviembre del 2001
El
socialismo democrátrico
La
socialdemocracia desea formar una sociedad basada en los ideales
de la democracia donde cada individuo tiene su propio valor. La
libertad y la igualdad de las personas en una sociedad solidaria,
es el propósito del socialismo democrático.
Todas las personas tienen la libertad de desarrollarse como
individuos, de influir sobre la sociedad y sobre sus propias
vidas. Libertad se refiere tanto al hecho de ser libres de
coacciones y opresiones exteriores, del hambre, o del temor al
futuro como también a la autodeterminación y a la mutua
cooperación, a las posibilidades de desarrollo individual, al de
vivir en una sociedad segura, y al de poder decidir sobre su
propia vida y elegir su propio futuro.
La
libertad del individuo supone la igualdad. Igualdad
significa que todos los individuos, sin tener en cuenta sus
condiciones, poseen las mismas posibilidades de dirigir sus vidas
y de influir en la sociedad en que viven. Esta igualdad da el
derecho a diferentes formas de elección y de desarrollo, sin que
estas diferencias influyan negativamente en la situación social
del individuo ni reduzcan sus derechos en la vida cotidiana y en
la sociedad.
La
libertad y la igualdad constituyen juntas los derechos
individuales y las soluciones colectivas necesarias para crear el
bienestar común, bases para la vida y las posibilidades del
individuo. En su calidad de seres pertenecientes a una agrupación
social, los individuos son dependientes unos de los otros y mucho
de lo que es importante para el bienestar del individuo solo puede
crearse en colaboración con otros.
Este
bienestar común supone la solidaridad. La solidaridad
significa una compenetración con las condiciones de los demás y la
voluntad de mostrar cuidados y consideración los unos con los
otros.
Todos deben tener el mismo derecho y la misma posibilidad de
influenciar sobre las medidas a tomar y todos deben tener la
obligación de ser responsables de ellas. La solidaridad no excluye
la lucha del individuo por su propio desarrollo y suceso en la
vida, pero sí el egoísmo de profitar de otros para su propio
beneficio.
El
poder de la sociedad debe provenir de aquellos que juntos la
forman. Los intereses económicos no tienen nunca el derecho de
limitar la democracia, la democracia tiene siempre el derecho de
determinar las condiciones de la economía y los límites en el
mercado.
La
democracia debe practicarse en muchas formas y en muchas etapas.
La socialdemocracia aspira a un orden social donde las personas,
como ciudadanos e individuos, puedan influir tanto sobre el
desarrollo social como sobre el trabajo de su vida cotidiana.
Aspiramos a un orden económico donde cada persona como ciudadano,
asalariado y consumidor pueda influir sobre la producción y su
distribución y sobre la organisación y condiciones de su vida
laboral.
La
socialdemocracia desea que los ideales de la democracia impriman
su carácter en todo el orden social establecido y en las
relaciones entre los individuos. Nuestro objetivo es una sociedad
sin diferencias de clases y sin segregación sexual o étnica, una
sociedad sin prejuicios y sin discriminaciones, una sociedad donde
todos los individuos son necesarios y donde todos encuentran su
lugar, donde todos tienen los mismos derechos y el mismo valor,
donde los niños pueden crecer y desarrollarse como personas libres
e independientes, donde todos tienen la libertad de dirigir sus
vidas y donde juntos, logren las soluciones sociales necesarias
para lograr el bienestar común. Estas ideas del socialismo
democrático han sido recibidas en herencia de tradiciones
culturales y transformadas por nuevas experiencias, y son las que
forman las bases y las fuerzas de la política de hoy y del mañana.
Las ideas de la socialdemocracia tienen sus raíces más profundas
en la convicción de la inviolabilidad de cada individuo y en el
valor igual de todos los individuos.
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