Partido
Socialdemócrata Sueco Nuestros desafíos de hoy
"El ser humano es la meta, su desarrollo y libertad, su sed de aprender y
capacitarse, su fuerza para crecer y romper barreras, su responsabilidad por las
generaciones venideras, su solidaridad y amor al prójimo. Así puede resumirse, en una
sola frase, la misión de la Socialdemocracia".
(Göran Persson en el Congreso
del partido en Marzo de 1996)
Después de haber tenido en la
década de los 80, la política del total empleo y sueldos y salarios en una espiral de
aumento constante, la baja de coyuntura afectó a Suecia en forma muy fuerte y poco usual.
No se había podido mantener baja la inflación. Se perdieron muchos lugares de trabajo en
la industria de exportación. Los ingresos por medio de impuestos disminuyeron mientras
que el número de usuarios del seguro de desempleo aumentó, esto mermó las finanzas
estatales.
Un gobierno burgués estuvo en el
poder entre 1991 y 1994 y trató de implantar las ideas neoliberales que recorrían el
mundo. Las finanzas del país empeoraron rápidamente. El país se endeudó
considerablemente, y el número de desocupados alcanzó niveles nunca vistos en la
sociedad sueca.
Para la Socialdemocracia la
relación entre finanzas estatales sanas y las posibilidades de mantener y crear una
sociedad de bienestar van intrínsecamente ligadas. Ha estado siempre muy claro para la
Socialdemocracia sueca, que la construcción del Estado de bienestar no se puede financiar
con préstamos sino con recursos sociales y económicos propios.
La Socialdemocracia sueca ha
aceptado con mucha fuerza el desafío de conseguir un presupuesto estatal balanceado sin
hacer mucho daño al estado de bienestar sueco.
Podemos decir, sin falso orgullo,
que el trabajo de reconstrucción económica ha sido un éxito. La meta para el gobierno
socialdemócrata es tener las cuentas en balance en 1998, seguido de un crecimiento
económico. Todo indica que la meta se alcanzará, incluso se prevé que será alcanzada
antes del tiempo establecido.
Para la Socialdemocracia sueca,
la lucha contra el desempleo ha figurado como primer punto en la orden del día, inclusive
hoy. El gobierno socialdemócrata se ha puesto como meta, reducir el desempleo a la mitad,
antes del año 2000.
Este desafío, aparte de incluir
un plan de ampliación de infraestructura, incluye también una extensa campaña de
capacitación en toda su amplitud. Será productivo y positivo invertir en Suecia.
Podremos ofrecer la fuerza de trabajo más capacitada, flexible y preparada del mundo para
hacer frente a las técnicas de producción más avanzadas y modernas.
Que las medidas de ahorro en la
finanzas han supesto un descenso del sistema del estado de bienestar, es natural. Pero las
reducciones se han podido limitar de tal manera que se han hecho a los niveles del sistema
de recambio. El principio de estado de bienestar general y las estructuras más
importantes del estado de bienestar sueco se han mantenido intactas.
Al mismo tiempo, a la sombra de
los problemas económicos, se desarrolla un debate intensivo al interior de la
Socialdemocracia sueca, tales que ¿cómo se formará el estado de bienestar en el siglo
21?. El sistema actual se formó en la Suecia de los 60 - 70. ¿qué exige el futuro?
¿cómo se forma un sistema de bienestar moderno? ¿cómo tendrá que formarse para que
las injusticias y nuevas diferencias de clases no se produzcan?
La gran misión de la
Socialdemocracia es encontrar las formas de cómo el poder de decisión sobre las
actividades diarias puedan decentralizarse y donde cada vez más las decisiones sobre los
servicios financiados en forma colectiva puedan ponerse en las manos de los usuarios.
Al mismo tiempo en que las
decisiones se deben tomar cada vez más cerca de los afectados, existe la necesidad de un
trabajo internacional más intensivo. La globalización de la economía y la cultura, trae
consigo tanto amenazas como posibilidades. Vemos nuestra integración en la Organización
de las Naciones Unidas como en la Union Europea como un instrumento en el trabajo por la
paz y el desarrollo mutuo.
Una compresión más amplia de
las condiciones de vida de otras sociedades y una amplitud ante los impulsos traídos
desde el extranjero debe ser fundamental para el desarrollo y afianzamiento de nuestra
sociedad. El racismo, la xenofobia y lo nacionalismos destructivos deben rechazarse con
todas las fuerzas.
Un gran desafío para la
Socialdemocracia sueca y mundial es reformar y fortalecer la Organización de las Naciones
Unidas, hacer de ella una organización mundial que con más fuerza pueda guardar la
democracia y los derechos humanos, impedir conflictos violentos y combatir la pobreza y la
contaminación del medio ambiente.
Después de la victoria de la
democracia en la Europa Oriental el mapa político europeo se ha reconstruido. La
Socialdemocracia sueca ha tomado la iniciativa para desarrollar un trabajo en conjunto con
los países alrededor del mar Báltico. Nuestro gobierno ha tomado la responsabilidad de
apurar el progreso en los países alrededor del mar Báltico, esto incluye el reforzar los
lazos económicos y el intercambio comercial y tratar que los países bálticos incluso
Rusia con sus particularidades puedan integrarse en la Union Europea. En este trabajo se
incluyen también inversiones a largo plazo para mejorar el entorno en la región.
Entre los desafíos, que la
Socialdemocracia sueca ha hecho suyos, se incluye el cambio de la sociedad y la economía
hacia un rumbo ecológico largo y duradero. La lucha por la calidad de vida, tiene máxima
prioridad. El gobierno socialdemócrata ha invertido grandes sumas de dinero para el
incentivo de la producción y viviendas ecológicas duraderas. Se está preparando el
cambio de sistemas de energía, para salir de la dependencia de combustibles fósiles y de
la energía nuclear.
Pero, para poder alcanzar
resultados, todos los países deben comprometerse en un trabajo por el medio ambiente.
Para nosotros es natural dar la lucha por el medio ambiente. Ya sea a través de las
intituciones de la Unión Europea u otros órganos internacionales. La contaminación del
aire y el agua no tiene fronteras.
Este cambio exige iniciativas
económicas y aportes en común. Una inversión bien balanceada en nuevas tecnologías y
sostenilidad ecológica en toda Europa podría sentar las bases de un nuevo desarrollo
tecnológico con crecimiento económico y nuevas fuentes de trabajo como consecuencia.
Un nuevo sistema de seguridad
debe establecerse en Europa después del término de la guerra fría. Europa no debe nunca
más embarcar al resto del mundo en sus conflictos y guerras destructivas. Suecia mantiene
su política de no alineamiento militar, pero al mismo tiempo está abierta a participar
en las fuerzas de paz para la solución de conflictos de diferentes tipos como lo ha hecho
durante 40 años con más de 80.000 soldados en cargos de las Naciones Unidas.
Las mujeres llevan a cabo una
gran parte del trabajo en el mundo, pero reciben como recompensa una parte mínima de los
ingresos. El invertir en la educación de las niñas es la mejor inversión que las
sociedades pueden hacer para tener un buen resultado tanto social como económico- A pesar
de esto, nada sucede al respecto. La igualdad de los sexos debe ser una evidencia. Se han
dado importantes ejemplos a seguir ya que las mujeres han tomado el liderazgo político.
Queda, sin embargo, mucho camino por recorrer para que la igualdad de los sexos pueda
encontrarse en todas las esferas de la sociedad.
Las bases fundamentales para
continuar un desarrollo positivo tanto en nuestra sociedad como en la sociedad
internacional es defender y fortalecer los adelantos democráticos, inclusive a las nuevas
democracias, aún a las más débiles se les debe ayudar y apoyar en su búsqueda de
nuevas formas de trabajo.
La Socialdemocracia sueca tiene
una larga tradición de apoyar la lucha por la democracia, la paz y la libertad, de la
misma forma en que el movimiento obrero sueco recibió inspiración y apoyo desde el
exterior cuando se formó. Esta solidaridad crea confianza y las condiciones de una
seguridad común.
Este gran desafío se mantiene
vigente hasta que exista una sola persona a la que se le nieguen sus derechos
democráticos, vivir en paz y su libertad personal.
Un movimiento popular
La Socialdemocracia ha puesto su sello al desarrollo sueco durante los últimos cien
años. Una de las razones fundamentales de este éxito ha sido que la Socialdemocracia no
sólo es un partido político, sino un movimiento popular. Un movimiento popular desea que
muchos se interesen y trabajen por las ideas fundamentales, quiere darle a la gente las
posibilidades, según sus propias posibilidades e intereses, a participar en la
construcción de la sociedad, además de desarrollarse con responsabilidad.
Los que fueron activos en la
niñez del movimiento obrero, se dieron cuenta de que se necesitaban organizaciones y
empresas especializadas, que con un mismo punto de vista general, pudierán comprometer a
las personas en el trabajo de crear mejores condiciones de vida para todo el pueblo. Solo
se era débil, pero el trabajo del pueblo en conjunto y los movimientos populares también
se podría cambiar la sociedad.
Los movimientos populares
nacieron para satisfacer la necesidad del pueblo de expresar sus esperanzas. Estos han
contribuido a construir la Suecia de hoy y a fortalecer la democracia. Los movimientos
populares son un complemento de la democracia parlamentaria.
Muchos se han formado en las
ideas democráticas, en la toma de decisiones y responsabilidad social, en los clubes
políticos juveniles, sindicatos, grupos de abstemios, cooperativas o agrupaciones
deportivas. Existe sin embargo la crítica que los movimientos populares tradicionales se
han institucionalizado. Se exige que éstos u otros movimientos nuevos den respuesta a
problemas sociales antes no planteados.
Cooperación político -
sindical
El trabajo en conjunto y estrcho entre las ramas político - sindical del movimiento
obrero sueco, ha fortalecido el crecimiento y desarrollo continuo de la Socialdemocracia.
Existe una paridad ideológica fundamental.
Tanto el Partido como la Union
General de Trabajadores Sueca (LO) son organizaciones independientes con misiones
especiales encomendadas por sus miembros. La Unión General de Trabajadores Sueca (LO) y
las Federaciones que la componen tienen cerca de dos millones de miembros. Además hay 1,3
millones de empleados y académicos afiliados a Federaciones que no tienen un partido
político en especial con el cual trabajar.
El trabajo conjunto, beneficia a
los miembros del sindicato ya que les da la posibilidad de influir en el proceso político
en los Municipios, Gobiernos Regionales, Parlamento y Unión Europea. Le da posibilidades
a más asalariados a participar en la política. Al Partido le da credibilidad, una base
estable y conocimientos sobre la vida diaria de la mayoría.
Partido Socialdemócrata
Sueco
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