Sección
de Miami
Partido
Aprista Peruano
Estados
Unidos
Conversatorio
José García Zegarra
Tema:
Actualidad Política
Título : Crítica a la Agenda de García
por
Marco Antonio Flores Villanueva,
desde
Boston, USA
(23
de Noviembre del 2001)
Indudablemente el tema de Actualidad
Política se contrae, fundamentalmente, al tópico relativo al Acuerdo de Gobernabilidad
convocado por el Presidente Alejandro Toledo (Octubre-Noviembre 2001).
Objetivos del Acuerdo de Gobernabilidad
Como se recordará, la convocatoria está
dirigida a los Partidos Políticos e instituciones sociales con el objeto de establecer
una agenda mínima que permita la gobernabilidad del país, a fin de garantizar la
continuidad de la institucionalidad democrática en el Perú.
Respuesta del Partido del Pueblo a esa convocatoria
La respuesta del Aprismo a esa convocatoria
se contiene en el Proyecto de Agenda presentado
por el compañero
Alan García Pérez en reunión sostenida con el Presidente Alejandro Toledo, con fecha 19
de Noviembre del 2001.
Pues bien, sobre el particular cabe señalar
lo siguiente:
1.-
Ha llamado profundamente la atención que el documento Proyecto de Agenda no constituya la
posición coorporativa del Partido Aprista con
relación a tan importante tema. El Proyecto de Agenda (así se titula el documento) lleva
la firma solitaria del c. Alan García.
La línea política de la APRA debería
expresarse a través de su Comité Ejecutivo Nacional y, en este caso concreto, la Célula
Parlamentaria Aprista, por la naturaleza de los temas que contiene la Agenda, debió subscribir esas propuestas.
2.-
Las propuestas que contiene la Agenda son importantes pero insuficientes para una precaria
democracia que requiere tanto de legitimidad y mayor participación como de soluciones consensuales que busquen la reactivación
concertada de la economía, a fin de atender las prioritarias necesidades de los más
pobres:
2.a.-
En lo relativo al tópico sobre legitimidad y mayor participación ciudadana, la
oportunidad se presentaba propicia para
proponer en la agenda la dación de una nueva Ley
de Partidos Políticos, cuyo importante papel en la vida política de los pueblos no
puede ser soslayada sin que ello afecte al propio sistema democrático. La
reestructuración y modernización de las organizaciones políticas hacia su
democratización resulta, así, tema prioritario en un proceso de legitimación en el cual
precisamente los Partidos Políticos pretenden afirmarse nuevamente como uno más de los
interlocutores válidos entre la sociedad civil y el Estado
2.b.-
Una segunda propuesta interesante debió ser incluir en la agenda la dación de una nueva Ley Electoral, que permita la participación de las organizaciones
civiles y populares como fuerzas políticas en las elecciones al Congreso de la República.
Debemos dinamizar la democracia, amplificarla, inyectarla de participacion para hacerla
más plural y, necesariamente, más dialogante. Debemos dotarla de nuevos actores, de
nuevas voces civiles que reproduzcan las necesidades de la comunidad organizada frente al
poder político y reconocer que ya no son los
Partidos Políticos los únicos interlocutores válidos en una sociedad cambiante y cada
vez más compleja.
2.c.-
Articulada a la propuesta precedente, y hasta que una nueva Ley Electoral, en los
términos a que se contrae el punto 2.b., vote un nuevo Congreso de la República, una propuesta coherente del Aprismo con su compromiso
de incentivar la participación de la sociedad civil en la vida política nacional, legitimando así la institucionalidad
democrática y la búsqueda de respuestas consensuales para dar solución a los graves
problemas del país, sería el relanzamiento de la Mesa de Diálogo, pero esta vez
articulada a las decisones que adopte el Estado en materia de política económica.
Sobre el particular será preciso recordar
que la experiencia de la mesa de diálogo con la
OEA debería servir al Aprismo para valorar la trascendencia e importante gravitación de
las organizaciones representativas de la sociedad civil y las organizaciones populares en
la escena política nacional. La participación de esas organizaciones en el diálogo
por el restablecimiento de la democracia en el Perú no solamente se enriqueció con sus
propuestas, sino que además otorgó credibilidad y veracidad al proceso, legitimando, con su intachable resplado,
precisamente las propuestas democratizadoras de la clase política agrupada en la entonces
oposición democrática.
En ese orden de ideas, la participación de
las organizaciones representativas de la sociedad civil y las organizaciones populares no
debería ser episódica. Esas organizaciones deben
ser definitivamente incorporadas al quehacer nacional, en un hecho histórico que
signifique la amplificación de la democracia, es decir el paso necesario de una exclusiva
democracia de partidos políticos a una plena democracia de partidos políticos y
organizaciones civiles y populares.
Así, contrario a lo que se manifiesta en el
Proyecto de Agenda firmado por el compañero
García, no sería únicamente el Congreso de la República el ámbito natural de la
concertación. La Mesa de Diálogo debería ser
reinvindicado por el Aprismo en la búsqueda del consenso entre los sectores civiles y
populares y el Estado, con el objeto de discutir y aprobar soluciones concertadas que
van más allá del importante tópico relativo al tema de la democracia, como es el caso
de la política económica, cuya orientación debe beneficiar a los intereses del país y,
sin duda, prioritariamente a los intereses del pueblo.
2.c.-
Ese esfuerzo de coordinación debería legitimarse, primero, con el reconocimiento legal del referido espacio de diálogo en su nuevo escenario, esta vez, reitero, articulado a
las decisones que adopte el Estado en materia de política económica. Y en segundo
término, con un nuevo esfuerzo de consenso de esos sectores para la materialización de
un Pacto Social, que los comprometa a
enfrentar concertadamente la inevitable agudización de una crisis económica que podría
afectar los esfuerzos democratizadores del nuevo gobierno constitucional y del Aprismo.
El referido Pacto Social podría contemplar los siguientes
temas:
n Inversión
en el capital humano y generación de empleo.
n Remuneraciones
y condiciones de trabajo.
n Programas
de estímulo a la pequeña
y mediana empresa.
n Reestructuración
selectiva del aparato productivo y reconversión industrial.
3.-
Finalmente, y en lo que respecta al tópico relativo a la defensa de la institucionalidad
democrática, el Aprismo debió proponer como tema de la agenda de gobernabilidad que el Estado busque incentivar el acceso de las
organizaciones civiles y populares a la propiedad de los medios de comunicación u otorgar incentivos a dichas organizaciones para que
constituyan nuevas empresas de comunicación
social, a fin de preservar la sana pluralidad de opinión y libertad de información
que se requiere dentro de un Estado de Derecho.
4.-
En el tema constitucional, a la derogatoria de la Carta autoritaria de 1,993 y la
propuesta de perfeccionar la Constitución de
1,979 conformando una mesa de concertación con los partidos, instituciones y
personalidaes jurídicas que proponga el proyecto que de solución definitiva al tema, el Aprismo debió además orientar al Gobierno, a la
opinión pública y a la clase política nacional sobre las instituciones que tendrían que incorporarse a la
constitucionalidad del país, en consecuencia con los nuevos postulados modernizadores
del Partido que alienta la participación de una ciudadanía atenta, reflexiva y
dinamizadora del quehacer político de la nación, sobre la base de la fiscalización y
control periódico de las autoridades de representación ciudadana a todo nivel.
En ese sentido, las instuiciones a
incorporarse a la constitucionalidad del país podrían ser las siguientes:
n Congreso
Económico Nacional, como cuarto Poder del Estado.
n Renovación
por Tercios del Congreso de la República.
n La
creación de la figura del Jefe de Gobierno
n El
registro y la publicidad a la ciudadanía del voto individual de la representación
nacional, local y regional.
n La
creación de la figura de la Revocatoria, finalizada la primera mitad del mandato de los
gobiernos locales y regionales.
n La
extensión de la figura de la revocatoria de las autoridades en todos lo niveles de la
institucionalidad civil (partidos políticos, gremios, etc.), finalizada la primera mitad
de sus mandatos.
n La
reformulación democrática y el rescate del Referendum, a nivel local, regional y
nacional.
n La
extensión de la consulta directa en todos los niveles de la sociedad civil organizada,
cuando se adopte decisiones en torno a determinados tópicos de la problemática nacional
que comprometan la opinión mayoritaria de esas instituciones.
n Sistema
de elecciones primarias internas en los Partidos Políticos, para la Presidencia de la
República y representantes al Congreso, sobre la base de padrones abiertos.
Es preciso que el Aprismo asuma una actitud
consecuente con su compromiso con la democracia, pero ella será posible y sobre todo
viable en tanto y en cuanto se reproduzca en la sociedad como un factor fundamental para
alcanzar la justicia social.
Boston,
23 de Noviembre del 2001
Marco
Antonio Flores Villanueva
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mfloresvillanueva@hotmail.com
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