DECALOGO
DE LA
JUVENTUD APRISTA PERUANA
1. Amar a la Patria sobre
todas las cosas y luchar porque vuelva:
a) A cobrar la grandeza que ostentó en el
Imperio de los Incas.
b) Como independiente, sea grande y
respetada, dueña de su destino nacional e indoamericano.
2. No permitir que en la
Patria existan, traidores, ni usurpadores de la voluntad soberana del pueblo.
3. Recordar que tengo el
deber de superarme y de progresar para el servicio de un Perú Nuevo, Libre, Justo y Culto
en el que todos los peruanos tengan iguales derechos y deberes, sin deshonestidad, sin
engaño, sin abusos ni depredaciones.
4. Honrar a los gestores
del Imperio Incaico y a los libertadores de la Independencia. A los héroes que
defendieron la integridad nacional y a los hombres que lucharon contra las plutocracias y
contra las oligarquías abusivas y extranjerizantes. Honrar a los seis mil mártires del
Aprismo y sus seguidores que murieron para darnos Justicia, Democracia, Cultura y
Libertad.
5. No aceptar la
indiferencia a que los tiranos someten a nuestro pueblo; a que los plutócratas inmolen
sus energías; a que los detentadores de la autoridad asesinen el espíritu nacional por
el estrangulamiento de las libertades publicas.
6. Combatir la
sensualidad en sí mismo y en los demás. Exaltar las virtudes de la juventud, vigorosa y
limpia de cuerpo y mente. Prepararme para la acción y no para el placer.
7. Combatir a los que a
la sombra de los puestos públicos, roban los dineros del Estado que son del pueblo y que
deben ser empleados en su bienestar y progreso. Ser incansables en la cruzada por la
honradez y la moralidad política.
8. Luchar contra la
mentira demagógica; contra la calumnia difamadora de los enemigos del pueblo que tratan
de engañar con falsos progresos, mientras niegan derechos democráticos a la Nación y
oprimen y persiguen a sus ciudadanos.
9. Ser austero y
disciplinado, aspirante y valeroso. No acobardarme ante la injusticia ni asustarme ante
las amenazas. Defender hasta la muerte mis derechos de ciudadano del Perú y de joven
idealista y vincularlo al linaje humano.
10. Ser generoso porque
debo ser fuerte. Unirme con todos los muchachos de mi edad y, emprender con ellos, bajo
las banderas redondas del Aprismo, la obra gloriosa y magnifica de salvar al Perú y de
hacer respetar los derechos de todos los peruanos, sin distingo alguno.