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2.- Otro teórico del neoliberalismo que no acierta es el profesor de la Universidad de Harvard Samuel Huntington al haber sostenido en su libro de cabecera del Presidente George Bush "El choque de civilizaciones", como su tesis fundamental "que los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial". No es un choque ni una guerra de civilizaciones lo que actualmente está aconteciendo. Lo que si es cierto, es que del atentado terrorista del criminal multimillonario ciudadano de Arabia Saudita Osama Bin Laden, se puede pasar a la guerra terrorista, por la impropia actitud del Presidente Bush, al querer convertir la caza del criminal terrorista Osama Bin Laden, en un bombardeo indiscriminado, en la que el pueblo de Afganistán es la primera gran víctima. Cazar a un deshumanizado terrorista, integrante de un grupo religioso fundamentalista minoritario, no puede ser motivo para comenzar a "castigar" a toda la cultura árabe y a toda la religión islámica. Repito, no es un choque de civilizaciones. La cultura occidental no choca contra la cultura islámica. Es en todo caso, el choque entre dos hombres Osama Bin Laden y George W Bush. Que el mundo civilizado, donde viven los hombres que aman la paz, unan sus esfuerzos para evitar que siga el derramamiento de sangre.

3.- Si sigue este bombardeo incesante en Afganistán, hay el peligro que surjan, en primera instancia el rugido de los países-ratones-subdesarrollados-musulmanes, luego los desheredados del Asia, América Latina y del mundo subdesarrollado en general. Evitemos que por errores estratégicos de las grandes potencias, en este caso, Estados Unidos e Inglaterra, se siga incrementando el terrorismo criminal en el mundo, a la par del rugido de los pueblos que aman la paz universal dentro de la justicia, sin abdicar de la libertad.

4.- No puede llamarse guerra lo que acontece en Afganistán, porque no es desavenencia y rompimiento de paz entre dos o más naciones o potencias. Es un bombardeo indiscriminado de dos potencias contra el pueblo afgano, por combatir al extremista talibán. Es el enfrentamiento en todo caso, del fundamentalismo en sus dos vertientes: el religioso y el político-económico. El fundamentalismo en general, es una adhesión comprometida y dogmática a determinadas convicciones, valores y principios, sobre todo religiosos y políticos expresados en una actitud o forma fanática y militante.¿Qué nos queda a los que no aceptamos el fundamentalismo religioso y el político-económico?. Rebelarnos con la expresa condena al atentado criminal terrorista contra el pueblo norteamericano provocado por Osama Bin Laden que no ha entendido que el pensamiento coránico se desarrolla en base a tres coordenadas: Dios, el retorno a Dios y la sumisión a Dios. No ha entendido el mismo término Islam que significa sumisión a Dios y no sumisión a la barbarie terrorista. Igualmente la sumisión al poder económico-político de las potencias expansionistas con su dominio financiero y expoliador de los países-ratón-subdesarrollados, no generan precisamente, el perdón de Dios. Sea el Dios católico o el Dios anglicano. Lo único que le podemos pedir a las grandes potencias mundiales, es no convertir la extraordinaria comedia de Peter Seller en un drama mundial, por no decir, en una guerra mundial, pues si no cambian su actitud belicista, hay el peligro que los rugidos del ratón, puedan universalizarse.

(*) Ex -Constituyente y Senador de la República.

Actual Catedrático de Post-Grado de la UNFV.