Partido Aprista Peruano: Tareas Urgentes II

(Segunda Comunicación de Alan García: Comentarios)

El 17 de setiembre del Pte. pudimos leer en la casilla electrónica del APRA Global, otra carta del c. Alan García, la misma que luego ha sido difundida masivamente, y que tituló "Por la Modernización y el Relanzamiento del Aprismo"(2da. Comunicación), hemos seleccionado algunos párrafos que reproducimos y comentamos dado los temas que se tocan y las propuestas que se hacen.

Los nuevos "principios esenciales"

"Los principios esenciales del pensamiento de Haya de la Torre mantienen hoy su vigencia. Ellos son fundamentalmente: a) La justicia social para superar las desigualdades económicas y sociales; y el peligro a cualquier dominación externa; b) la libertad democrática que afirme la realización del ser humano; c) el rol del Estado como árbitro entre el capital y el trabajo, y entre la realidad nacional y la economía internacional; d) la integración latinoamericana como instrumento para tratar con los grandes sistemas económicos y políticos mundiales; y e) la afirmación de un movimiento o partido conformado por las clases sociales comprometidas con la defensa de la nación y de la justicia social..."

Comentario.-

Los cinco "principios" que señala el documento como "esenciales" del pensamiento de Haya, constituyen en realidad una interpretación libre, resultado de un esfuerzo de abstracción que lleva a una generalidad que desfigura el pensamiento y la propuesta del fundador del Aprismo. Por ejemplo la libertad y la justicia, como la democracia, son principios universales, luego, el rol del estado "como árbitro entre el capital y el trabajo", la integración latinoamericana "para tratar con los grandes sistemas" y, afirmar un movimiento o partido de "clases comprometidas con la defensa de la nación y de la justicia social", constituyen enunciados que bien podrían formar parte de cualquier ideario de agrupación o partido político de cualquier tinte o color, como por ejemplo Unidad Nacional o el extinto FREDEMO. Si bien dichos conceptos existen en el pensamiento de Víctor Raúl, su creatividad y vigencia, se encuentra en la manera cómo se cumplen, cómo se realizan, cómo se llega a la libertad, a la justicia, a la democracia, el cómo es lo que le da la identidad ideológica y política al APRA y al PAP.

Víctor Raúl, definió revolucionariamente la sociedad- objetivo del aprismo, aquella a conseguir, como una sociedad de pan con libertad, de democracia con justicia, una indesligable de la otra, e identificó la explotación imperialista como el obstáculo para llegar a ella, organizando la lucha antimperialista en Latinoamérica (que llamó Indoamérica) por medio de un frente Único de clases afectadas por el imperialismo y con un Programa común de acción política, que llamó APRA; para construir un Estado Antimperialista en cada país, como Estado de defensa contra el imperialismo, al que luego agregó el concepto de democracia social, "aquella democracia inseparable de los principios de la justicia integral", para llegar a la Unidad política de América Latina, que luego ante el impulso que dio EE.UU. al panamericanismo, incluyó el concepto de "Interamericanismo democrático sin imperio". Planteamientos y propuestas a los cuales se adhirieron revolucionarios de diferentes países latinoamericanos formando los respectivos partidos antimperialistas; en el Perú se fundó el Partido Aprista Peruano. Desde que se anunciaron dichas propuestas y estrategias, estas se fueron desarrollando dialéctica y creativamente de forma tal que siempre se dio una respuesta a la expansión y a las nuevas formas que adoptó el imperialismo. Con la ausencia física de Víctor Raúl, quienes lo precedieron, subyugados por el poder que se sintió cercano y al que luego se accedió, poco a poco fueron dejando de lado la concepción antimperialista, perdiendo liderazgo indoamericano y lo que es peor identidad política, volviéndonos uno más de los partidos ansiosos del poder, por el poder. Hoy que el desarrollo de la ciencia y la tecnología y la desaparición de la "bipolaridad mundial", han permitido nuevas formas de explotación imperialistas, contra las cuales los pueblos de Indoamérica vienen enfrentado cotidianamente, estamos llamados, a la luz de nuestra concepción antimperialista vigente y actual, a levantar nuestro Programa Antimperialista Latinoamericano que conduzca dichas luchas. Y, dentro de dicha concepción y Programa, formular, como ya lo señaláramos, nuestro Programa Mínimo o de Acción Inmediata, para el Perú. Lo otro, preparar un proyecto de Programa con aquellos principios "esenciales", daría una aberración programática, así llamen a ésta, "modernización" programática.

Sobre la estructura orgánica del Partido

"Pero una segunda modernización organizativa será dar mucha mayor fuerza al carácter funcional del partido. La organización no debe limitarse a la asociación territorial en los comités y sectores. Debe actuar fuera del partido a través de células y asociaciones..."

"Y esto también dará al partido mayor cantidad de cuadros, definiendo como cuadro a un afiliado con real influencia en su propio medio social o institucional y que se autoabastece de recursos y de iniciativas sin estar limitado a una vida de asambleas estática".

"...Y se ha producido un paulatino aumento de nuestra edad en el partido...". "Nuestro promedio de edad es muy alto en relación al mayoritario sector juvenil menor de 30 años que tiene nuestro país. Es imprescindible por eso, impulsar un rejuvenecimiento del partido por la captación y formación de nuevos cuadros y por su participación en la dirigencia del partido".

"En una proyección ideal, sería necesario que nuestras células y agrupaciones reprodujeran la estructura de edades del país". "...pero también estableciendo criterios como los que actualmente existen para la representación femenina en la ley, esa decir, que en los comités, en las listas de regidores y otras expresiones del partido, los jóvenes profesionales, trabajadores e industriales tengan una proporción importante".

Comentario .-

Un partido como toda institución es un organismo dinámico que se desarrolla de acuerdo a la misión y objetivos que le señalen, Víctor Raúl los señaló al definir el Partido, "un Partido antimperialista, indoamericano, con sentido de nuestra realidad social, debe ser un partido nacional de frente único que agrupe todas las clases sociales amenazadas por el imperialismo. Debe ser también, un partido con programa y tácticas propias, realistas y eficientes, y con comando nacional". Toda modificación o propuesta organizativa no debe perder de vista dicha definición. La organización, como reflejo de la institución, también es dinámica, y expresa el grado de desarrollo y el contexto o entorno en el que se desenvuelve. Nuestra organización partidaria, a través de sus 71 años de desarrollo, ha pasado por diferentes etapas (clandestinidad, semiclandestinidad y legalidad), en el transcurso de las cuales ha adoptado diferentes formas, organización cerrada, abierta y mixta; de cuadros, de masas y mixta. Y siempre ha podido cumplir su misión y objetivos. En los últimos años a pesar de haber olvidado la misión y los objetivos, hemos mantenido presencia por simple inercia, ahora, ante el repunte de las últimas elecciones, replanteamos el tema, ¿Cuál es la organización de la etapa?, Una organización que se adapte a los nuevos tiempos, que desarrolle las nuevas estrategias y tácticas antimperialistas, que incorpore al frente único a los nuevos protagonistas de la lucha antimperialista y que sea sustento e impulsor de la democracia. Una organización de masas, que refleje los intereses de los integrantes del nuevo frente único, democrática y capaz de conducir las luchas antimperialistas. Cuando decimos organización de masas hablamos de una organización abierta que acepta adhesiones libremente, tan sólo suscribiendo el ideario y el Programa aprista. Por eso estamos de acuerdo con la reinscripción nacional y en el caso de nuevas inscripciones, lo más ético, seria primero lanzar la nueva concepción antimperialista y el Programa del Partido, para luego convocar a dicha inscripción. Necesitamos adhesiones a nuestras ideas antimperialistas y no sólo a las personas.

Si auspiciamos una organización de masas debemos fortalecer nuestra organización territorial, que no es más que encargar la responsabilidad política del Partido a un grupo de dirigentes elegidos entre los militantes del área geográfica que administran, la deformación que menciona la comunicación, se debe principalmente a la falta de conducción y de políticas de los responsables nacionales del Partido, pues teóricamente, por ejemplo, un Comité Departamental o Distrital, es responsable de implementar las políticas del Partido en su espacio, para ello se organizan para actuar en los diferentes frentes de lucha de su realidad, como clubes de madres, organizaciones barriales, sindicatos de trabajadores de los centros de trabajo que existen en su ámbito, clubes de jóvenes, desocupados, etc. conduciendo sus luchas y solucionando sus problemas. Evaluando a dichos dirigentes por sus resultados, por la presencia conseguida por el Partido en dicho ámbito social. La inercia del Partido a la que la llevó la dirigencia nacional, espantó a los mejores dirigentes y encerró en las cuatro paredes del local a los que quedaron. Una dirigencia local, madura, responsable y al lado o conduciendo las luchas del pueblo atraerá a los movimientos populares y a nuevos dirigentes, líderes de la comunidad.

Una de las fortalezas de nuestro Partido la constituye la existencia de cuadros mayores con experiencia de lucha y capacidad organizativa, que nos da ventaja sobre los otros partidos, la mejor manera de aprovechar dicha experiencia, es integrándolos con los más jóvenes. Para ello, por una lado es recomendable concentrar esfuerzos, medios y recursos en la CHAP y JAP, para formar y preparar a la juventud para la acción antimperialista hasta una edad máxima de 18 años, y por otro lado, es recomendable que dichos jóvenes una vez superada dicha edad, se integren a los comités y Brigadas de trabajo con los adultos, para combinar la experiencia de los mayores y el entusiasmo de los jóvenes y de esta forma, juntos en la lucha política, ir rejuveneciendo en calidad y acción a nuestro Gran Partido.

La propuesta de organizar a los jóvenes por edades sólo los llevaría a una innecesaria emulación generacional, descuidando las tareas y acciones antimperialistas del comité o del comando de su respectivo frente de lucha; sobre la obligatoriedad de tener una proporción de jóvenes en las diferentes representaciones del Partido, pensamos que la representación del Partido debe estar basada en otros tipos de méritos como formación, experiencia, desempeño, ligazón con las organizaciones de base, etc. El caso de las mujeres es complemente diferente, la norma de proporcionalidad concedida a ellas, representa una conquista de género que obliga a la sociedad e instituciones a darles un mejor status; en nuestro Partido, debemos propiciar una mayor integración de las compañeras en nuestras tareas, acciones y sobre todo en los cargos dirigenciales a todo nivel, sobre todo los nacionales.

La comunicación que comentamos insiste en lo que se señaló en la Primera Carta, una estructura burocrática que refleje la estructura del Ejecutivo, imaginando un partido de tecnócratas que compiten en iniciativas con el gobierno, nosotros insistimos en una estructura democrática de frente único. (mayor detalle ver "Voz Militante" N° 7).

Difusión, capacitación y formación

"Pero una real presencia de la juventud requerirá de procesos formativos...la Escuela de Dirigentes, el Parlamento Universitario...la Escuela de Formación Municipal como condición esencial para representar al partido y el Instituto Haya de la Torre en la Villa Mercedes..."

Comentario.-

Las tareas a este respecto son muy claras, primero, elevar la conciencia antimperialista de la militancia en general, difundiendo el ideario y la historia del APRA y el Partido, a través de los coloquios a nivel nacional y sectoral, y de una prensa oficial que oriente a la militancia. Luego tenemos, la formación de dirigentes, a través de una capacitación permanente y con contenidos, que como dijera Víctor Raúl, deberá considerar, creativamente y de acuerdo a los nuevos tiempos, lo siguiente: "El estudio del imperialismo económico y político, de la historia latinoamericana y del Perú, de la geografía económica y de la legislación de todos nuestros países, el análisis de nuestra situación económica respecto de los EE.UU. y de los pueblos industriales y la diferenciación de nuestra industrialismo naciente y, mayormente, de materias primas del de los grandes países, son materia indispensable para una buena labor de seminario." Si bien por su carácter de Partido abierto, no debe haber restricciones en la inscripción, se debería procurar que asisten líderes de la comunidad o de sectores sociales, evaluando su formación ideológica, política y orgánica y las acciones en sus respectivos frentes de lucha. La capitación de la juventud y de las mujeres, por las consideraciones ya señaladas, se deberá realizar de manera permanente, especial y dedicada. Las escuelas especializadas como las de Formación Municipal, Sindical, Cooperativa, etc. deben exigir el pre-requisito de la Escuela de Dirigentes. De esta forma poco a poco, combinando la teoría con la práctica, estaremos regresando al viejo ideal de Víctor Raúl, el de Partido- Escuela.

( Artículo central del Informativo del Grupo de Trabajo y Estudio "Siglo XXI, Haya vive", "Voz Militante" N° 08, de setiembre 2001).