Sobre el último libro de Alan García

LA "DECADA INFAME" EN AMERCIA LATINA

Javier Barreda Jara

 

Uno de los grandes mitos que impuso el neoliberalismo en America Latina en los años en que la caída del Muro de Berlín también debilitó la capacidad argumentativa de los movimientos progresistas y populares de la region fue que la deuda externa había dejado de ser un problema. Desde el llamado Consenso de Washington, intelectuales, politicos, tecnócratas, líderes de opinión y jefes de estado asumieron la formula mágica de modernizacion: venta de empresas publicas, apertura de mercados, flexibilizacion de las relaciones laborales y por supuesto pago de la deuda externa como una necesidad para insertarnos en la economia internacional.

El balance neoliberal no puede ser peor para la región. America Latina tiene más pobres, pero también es la región más desigual del mundo. En una reciente investigación de Klisberg y Sulbrant se comprueba estadísticamente que América Latina es la región del planeta donde el 5% más rico tiene el mayor porcentaje de la distribución del ingreso y el 30% mas pobre la menor (America Latina: una region en riesgo. Pobreza, inequidad e institucionalidad social. PNUD, Octubre de 1999). Es decir, el tema de la pobreza y la desigualdad en nuestros países no es solo un tema de falta de inversión y de capitales, es un problema tambien de distribución de los ingresos y de drenaje permanente de capitales hacia el exterior. Lo ocurrido con la deuda externa en la región comprueba esta afirmación.

Con fuentes de los propios organismos internacionales (BID, Banco Mundial, etc.) e instituciones especializadas (CEPAL, PNUD, BCR etc.) el ex - presidente Alan García demuestra que América Latina ha sido víctima de una de las mas grandes infamias: organizar toda la economia para el pago de la deuda externa, desembolsar cada año en promedio el 34% de nuestras exportaciones por la misma, incrementar la desigualdad y la pobreza y a pesar de ello, deber mucho mas cada año. En su libro La Década Infame, deuda externa 1990 – 1999 (Ediciones Perspectiva 2000, diciembre 1999 o http:www.geocities.com/alangarcia 2000/) Alan García intenta poner nuevamente en la agenda política de nuestros países el problema de la deuda externa, develando el mito neoliberal según el cual nuestra deuda se pagaría con el incremento de nuestras exportaciones. Según García, en 1970 la region debía 191 mil millones de dólares; ha pagado desde entonces 1 billón 165 mil millones de dólares y en 1999 debe 750 mil millones dólares. En 1990 America Latina debía 480 mil millones de dólares; vendió sus 1600 empresas publicas y redujo su inversión en educación, salud y vivienda y luego de pagar 815 mil millones de dólares en 9 años, debemos 335,000 mil de dólares mas que en 1990. Ello a costa de mayor desigualdad, desempleo y pobreza y tras haber pagado 56% más del monto de la deuda de 1990.

Como bien se dice en el libro el incremento de nuestras exportaciones y la venta de empresas publicas estuvieron en función del pago de deuda. En los que se refiere a las primeras, efectivamente, estas se han incrementado entre 1990 –1997 (de 141 mil a 240 mil millones de dólares), pero en el mismo tiempo y en mayor proporción han crecido las importaciones (110 mil a 305 mil millones de dólares). Pero si en 1990 América Latina pagaba por servicio de deuda en promedio el 26.5% de las exportaciones, para 1997 la region pagaba en promedio el 40.1%. América Latina ha transferido al mundo (por remezas de utilidades, importaciones y servicio de deuda) mas dólares de los que ha recibido.

En el Perú, la derecha intento desprestigiar la propuesta aprista del pago por servicio de deuda externa hasta el 10% del valor de nuestras exportaciones. Argumentos que asumió con un gran sentido de culpa la propia izquierda peruana, que excluyo por mucho tiempo de sus agendas y programas el tema de la deuda. Apelaron a que dicha política precipito el proceso inflacionario en los últimos dos años de la gestión de gobierno. Sin embargo, Alan García afirma que la posición soberana sobre la deuda nada tiene que ver con el incremento del déficit fiscal, producto del exceso distributivo de la política económica, que el propio Ex - Presidente reconoce autocríticamente.

Mientras tanto, durante el fujimorismo, el Perú ha pagado cerca de 12 mil millones de dólares y sin embargo desde 1990 a 1999 la deuda externa total se ha incrementado (de 17 mil millones a 28 mil millones de dólares). Como lo sostiene Alan García, el Perú al igual que el resto de los países de la region ha organizado la economia para el pago de la deuda. Dentro del acuerdo Brady que el Perú firmó, hasta el 2006 nuestro país debe pagar en promedio cerca de 2000 millones de dólares anuales y hasta el año 2016, estamos obligados a pagar un mínimo de 1600 millones de dólares anuales. Mucho más de lo que debíamos originalmente. A costa del desempleo, de la reducción de la cobertura estatal de la salud y educación, del abandono del campo y sin crédito agrario, de maestros y trabajadores mal pagados y del remate oscuro de las empresas públicas.

La impagable deuda externa, como en los años 80, vuelve a ser un síntoma de la consolidación de un modelo injusto a nivel global. La globalización tiene en este aspecto uno de sus lados mas perjudiciales para nuestras economías. El pago de la deuda en las actuales condiciones impide el relanzamiento productivo de la region, una mejor distribución de la riqueza y una lucha eficaz contra la pobreza. Pero si bien al tema de la deuda no se reducen todos los desafíos en un mundo que se integra y cambia permanentemente, si es un aspecto fundamental que debemos resolver políticamente desde una opción regional e integracionista. La propia OCDE en un reciente informe sobre las proyecciones de la economía mundial hasta el 2020 (El futuro de la economía global. ¿hacia un largo auge?) refiere al tema de la condonación de la deuda externa como un aspecto necesario pero no suficiente para el desarrollo de los países pobres. Y aún se sienten ecos de la campaña del jubileo que la propia Iglesia Católica levantó por una solución al problema de la deuda externa.

El libro de Alan García es una demostración objetiva de la actualidad de un problema sin resolver, también es el testimonio de cómo los lideres de la región carecieron de voluntad política para dar conjuntamente un paso trascendental en la mejora de nuestra posición en la economia global. En nombre de "prudencia" y "realismo" optaron por ocultar un problema que hoy es mas grave que hace una década.

Publicado en El Diario La República, 17 de Enero