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SOBRE LA MODERNIZACION Y EL RELANZAMIENTO DEL APRISMO
II
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Carta a los compañeros dirigentes y militantes del partido,
a nuestros simpatizantes
y votantes. |
Queridos compañeras y compañeros:
En las dos últimas semanas he participado en varias y multitudinarias reuniones con los
compañeros en Lima, y he recogido el sentir de los dirigentes y las juventudes del
partido sobre la necesidad de modernizar y relanzar nuestro movimiento para lograr que los
millones de peruanos que votaron por su candidato se acerquen al aprismo. Con esos
diálogos he ido precisando los objetivos del proceso que creo necesario al partido.
1. Modernización Programática.-
Los principios esenciales del pensamiento de Haya de la Torre mantienen hoy su vigencia.
Ellos son fundamentalmente: a) La justicia Social para superar las desigualdades
económicas y sociales y el peligro a cualquier dominación externa; b) la libertad
democrática que afirme la realización del ser humano; c) el rol del Estado como árbitro
entre el capital y el trabajo, y entre la realidad nacional y la economía internacional;
d) la integración latinoamericana como instrumento para tratar con los grandes sistemas
económicos y políticos mundiales; y e) la afirmación de un movimiento o partido
conformado por las clases sociales comprometidas con la defensa de la nación y de la
justicia social.
Estos objetivos ideológicos, nacidos en y para Latinoamérica, se aplicaron en 1930 a la
realidad nacional y dieron lugar a un programa de acción.
Pero el sentido dialéctico y relativista del pensamiento aprista impone hoy interpretar
la nueva realidad caracterizada por la globalización económica, por la difusión de la
tecnología de las comunicaciones y de la información, y darle desde el punto de vista de
los grandes principios, una respuesta adecuada con la oferta de un programa actualizado
ante el país.
Para este fin, debemos invitar a los intelectuales y estudiosos del partido a iniciar un
debate abierto, que escuche la opinión de otros sectores sociales comprometidos con la
justicia y que culmine proponiendo al partido un proyecto de Programa para los próximos
años.
No olvidemos que tanto en el Antimperialismo y el APRA, como en su última Introducción a
las Obras Completas de 1976, Haya de la Torre citando a Engels dijo: "las condiciones
en las cuales los hombres producen y cambian, varían de uno a otro país, y en cada país
de una generación a la siguiente. Por tanto la economía política no puede ser la misma
para todos".
Y en 1957, al inaugurar el Tercer Congreso del Partido, definió una vez más al aprismo
como una "doctrina que debe refrescar siempre sus grandes propósitos ideológicos
pero enriqueciéndolos de acuerdo con las realidades y circunstancias". Cuarenta y
cuatro años después creo que es este trabajo de continuación del aprismo al que debe
abocarse nuestro partido en su reencuentro con el país y con la opinión nacional.
2.- Modernización de la Estructura del Partido.-
En la primera Carta sobre la Modernización, expuse la necesidad de adecuar la estructura
de la dirección nacional y departamental del partido a las grandes funciones sociales y
acciones del poder. Junto a las clásicas áreas de organización, propaganda, y ética,
deben integrarse las Secretarías Nacionales de Educación, de Salud, del Trabajo, de la
Agricultura, de Industrias, etc., como medio de mantener una permanente vinculación entre
los planes de cada área y los grupos sociales y laborales que existen en cada una. Ello
nos permitirá integrar a los más calificados apristas en la dirección nacional y a la
vez articular al partido con las organizaciones y grupos externos. Es una estructura
política y activa y hacia el poder.
Pero una segunda modernización organizativa será dar mucha mayor fuerza al carácter
funcional del partido. La organización no debe limitarse a la asociación territorial en
los comités y sectores. Debe actuar fuera del partido a través de células y
asociaciones. El Perú moderno es migrante, ambulatorio, artesanal. No olvidamos que una
de las consecuencias de la instantaneidad de la noticia y de la revolución de las
tecnologías de la comunicación, es que el ser humano está mucho mas directamente
relacionado con los hechos, con las noticias y que por ello se resiste a vincularse a
organizaciones complejas o a aceptar ideologías cerradas. La política deja de ser
militante y territorial para convertirse en una acción pragmática y por objetivos. Por
eso es que las encuestas tienen tanta importancia como las elecciones en la determinación
de las conductas políticas, y por ello también las asociaciones de usuarios para
acciones concretas tienen cada vez mayor vigencia.
Por consiguiente, la organización debe dar mucha mayor presencia a las agrupaciones
funcionales de profesionales, de artesanos, de trabajadores y ambulantes, de
intelectuales, asociaciones de base, etc. La presencia sindical, ahora reducida en el
país sometido al desempleo, ha sido sustituida en gran parte, por una múltiple capacidad
asociativa a la que debemos dar cabida en su función activa más que en su localización
territorial. Una agrupación de intelectuales apristas, una agrupación de jóvenes
industriales, una agrupación funcional de agricultores, y múltiples células de acción
hacia fuera, etc. serán la forma de recibir a muchos peruanos deseosos de participar en
la vida funcional del partido sin abandonar sus actividades. Y esto también dará al
partido mayor cantidad de cuadros, definiendo como cuadro a un afiliado con real
influencia en su propio medio social o institucional y que se autoabastece de recursos y
de iniciativas sin estar limitado a una vida de asamblea estática.
Además, nuestro partido debe, sin ninguna emulación ni temor, saludar y alentar la
formación de movimientos convergentes amigos, integrados por quienes sin afiliarse al
partido o compartir todos nuestros puntos de vista, pueden concertar y trabajar en
propósitos coincidentes. Ello será además una muestra de la amplitud y de la tolerancia
que el pueblo reclama de nosotros. En los meses siguientes a la elección he recibido a
cientos de jóvenes empresarios, estudiantes e intelectuales que desearían apoyar un
proyecto de desarrollo y de justicia social.
3.- Democratización integral de nuestro partido.-
Cientos de miles de peruanos que han dado su confianza al partido a través de su
candidato, pero para que se acerquen o afilien deben ver en nuestra vida interna una
democracia limpia. Sabrán así que sus opiniones y sus votos son respetados y que
participan de manera real. Sólo de esa manera podremos invitarlos a incrementar el
número de nuestros afiliados como creo que debemos hacerlo en los próximos meses,
abriendo una grande y pública reinscripción de nuestro partido.
Pero para ello, es parte fundamental de nuestro relanzamiento, terminar para siempre con
toda forma de manipulación de padrones, con todo clientelismo al interior del partido o
en los comicios internos, pués lamentablemente esas prácticas se han extendido
alimentadas bien por el desempleo o la pobreza, bien por el pseudoaprismo de los
corruptores que compran votos, ante el silencio y la inacción de otros. Los mayores
enemigos del aprismo son los manipuladores de la voluntad democrática del partido.
4.- Rejuvenecimiento de nuestro partido.-
La cultura económica impuesta por diez años hizo que los jóvenes se alejaran de la
política, empujados a un engañoso éxito individualista. Y se ha producido un paulatino
aumento de nuestra edad promedio en el partido, como lo he comprobado estudiando los
padrones. Nuestro promedio de edad es muy alto en relación al mayoritario sector juvenil
menor de 30 años que tiene nuestro país. Es imprescindible por eso, impulsar un
rejuvenecimiento del partido por la captación y formación de nuevos cuadros y por su
participación en la dirigencia del partido.
En una proyección ideal, sería necesario que nuestras células y agrupaciones
reprodujeran la estructura de edades del país. Esto tiene que lograrse haciendo una
campaña política de nueva inscripción, pero también estableciendo criterios como los
que actualmente existen para la representación femenina en la ley; es decir, que en los
comités, en las listas de regidores y otras expresiones del partido, los jóvenes
profesionales, trabajadores e industriales tengan una proporción importante.
Pero una real presencia de la juventud requerirá de procesos y períodos formativos con
medios similares a los que Haya de la Torre creó para nosotros, los jóvenes de hace
treinta años. La Escuela de Dirigentes, el Parlamento Universitario, que volveremos a
crear; y junto a ellas, la Escuela de Formación Municipal como condición esencial para
representar al partido, y el Instituto Haya de la Torre en la Villa Mercedes en la que se
construirán las aulas y el salón de actos requeridos, temas todos que son parte de la
Dirección Nacional de Formación de Cuadros que el aprismo requiere.
Estos son compañeros, algunos de los temas con los que relanzar nuestro partido hacia la
sociedad. Yo estoy seguro que los apristas que desean ver a su partido como movimiento
gravitante y de futuro se comprometerán a este trabajo que no puede ser sólo una
propuesta sino una labor sistemática de cada uno de los compañeros. Este es el trabajo
fun damental al que debemos consagrarnos. Y alejar del partido todo conflicto de
expectativas municipales o de elecciones internas. Mientras no se echen las bases de una
movilización del partido que responda a lo que el país espera de nosotros, toda
ambición de este tipo es subalterna.
Estoy seguro que los apristas de verdad así lo comprenden y trabajarán por modernizar y
relanzar el partido de Haya de la Torre.
Con un saludo fraterno de su compañero.
ALAN GARCIA
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